Bienvenido al cuaderno de bitácora gastronómico de la Región de Murcia, una tierra donde cada sabor tiene nombre propio. A flor de mar, de huerta y de monte, aquí encontrarás tal variedad de productos y cocinas que necesitarás las mil y una noches para descubrirlo todo. Y para guiarte en ese viaje culinario te contamos los destinos, planes, rincones, recetas, tiendas y noticias más destacadas de nuestros #1001SaboresRM.
El universo de la tortilla es tan extenso como el número de cocineros y comensales que la elaboran y disfrutan. Una receta que admite tantas variedades como ingredientes tengáis en la despensa o el frigorífico. La de hoy es un maravilloso exponente de esta versatilidad y de los #1001SaboresRM que nos regala nuestra huerta. ¿Preparados para una tortilla huertana?
Cortad todas las verduras en brunoise, ni muy basta, ni demasiado minimalista. Queremos que, al degustarla, notemos en boca los distintos tesoros que contiene y no algo parecido a una papilla. Cebolla, pimientos rojo y verde, berenjena, calabacín, tomate y jamón serrano. Más de uno os estaréis preguntando por la patata. Como siempre, para gustos, comensales. pero si queréis añadir patata, recordad que su cocción requiere más tiempo.
Pochamos la cebolla en primer lugar. Añadimos los pimientos y, cuando estén brillantes y tiernos, es el turno de la berenjena y el calabacín.
Retiramos y reservamos. Recordad cubrir la berenjena con sal unos 10-15 minutos antes y luego lavarla y secarla bien para que no amargue.
Dentro el tomate, al que daremos unas ligeras vueltas junto con el jamón para, de nuevo, añadir el resto de ingredientes para que se integren. Ya tenemos el relleno de nuestra tortilla huertana preparado.
Batid los huevos y al lío. Y no olvidéis la sal. Si más o menos cuajada dependerá de las bocas a las que tengáis que alimentar, aunque en Murcia, las tortillas, se cuajan del todo.
¡Jugad con vuestros gustos! Espárragos trigueros y ajetes o habas tiernas tienen su hueco en esta receta. Quitad unos, añadid otros, pero siempre conscientes de que los 1001 sabores de esta tierra son únicos.
Dificultad: dar la vuelta a la tortilla sin dislocarse la muñeca o acabar con ella en el suelo de vuestra cocina.
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