El itinerario culinario de los
#Gastrofindes vuelve a estar transitable tras el parón estival y, como primera parada, os proponemos Jumilla "la Bella", donde no solo de
vino vive el paladar de sus visitantes. Un lugar privilegiado cuyo patrimonio gastronómico se ve enriquecido también por su cercanía a la vecina Castilla La Mancha.
¿Y qué podemos encontrarnos a su mesa? Para ir abriendo apetito, una buena porción de empanada de patata que, a pesar de lo que pueda parecer a priori, se trata de un bocado untuoso y muy sabroso donde los piñones rematan el recuerdo en vuestras papilas. Perfectas antes de los platos fuertes. ¿Quién puede resistirse a un gazpacho de caza y campo? ¿Y terminarlo cogiendo porciones de la torta base para comerla con anchoa o miel? Un sabor que os aseguramos no olvidaréis.
No es por ser pesados pero insistimos en ello. O podéis decantaros por unas gachamigas, otro emblema culinario de la zona, que acompañaréis con embutido de la tierra. La sencillez elevada al Olimpo culinario. Si os apetece más darle a la cuchara no dejéis de pedir un cocido con "pelotas", clásico de nuestros
#1001SaboresRM y con el que siempre podréis descubrir nuevos matices dependiendo de la zona donde lo catéis.
De matrícula será la comanda si, siguiendo la tradición del día de matanza, probáis el
mortirigüelo, un plato tan contundente como sabroso que se prepara en esos días en que familia y amigos se reunían para "comerse hasta los andares".
No hace falta recordar que ha de ir todo bien maridado con los maravillosos caldos
Denominación de Origen Protegida Jumilla.
Todo este homenaje de bienvenida al nuevo curso no puede acabar sin el dulce requerido y, en Jumilla, tenéis una gran variedad de típicos bocados: sequillos, rollos de vino o escaldados (de anís), mantecados de almendra o Cristóbalas (muy similares a los
cordiales).
¿Tenéis excusa para no sacar vuestro
gastro billete? ¡Pues a comenzar el curso degustando #1001SaboresRM!