Bienvenido al cuaderno de bitácora gastronómico de la Región de Murcia, una tierra donde cada sabor tiene nombre propio. A flor de mar, de huerta y de monte, aquí encontrarás tal variedad de productos y cocinas que necesitarás las mil y una noches para descubrirlo todo. Y para guiarte en ese viaje culinario te contamos los destinos, planes, rincones, recetas, tiendas y noticias más destacadas de nuestros #1001SaboresRM.
Son veneradas en Semana Santa, pero las ganas de seguir disfrutando de un manjar como este permanecen todo el año. Uno de esos platos unánimes que acurrucan los paladares de todo el territorio. Que nació bajo el manto del tan preciado aprovechamiento y que, hoy día, es un bocado deseado por todos. Con todos ustedes, la torrija, reina de la simpleza y la plena felicidad.
Pan hay muchos que podáis utilizar. También podéis lanzaros a preparar el vuestro, pero aquí emplearemos un pan de barra con más de 24 horas de horneado para que absorba mejor el lácteo y queden más jugosonas. Cortadlas en rebanadas de aproximadamente dos centímetros o ¿un dedo¿ si los tenéis carnosos. Ojo con dejarlas muy finas, ya que obtendréis una papilla infame.
En un cazo ancho vertemos la leche y la infusionamos con la canela, la corteza de limón y el azúcar, es decir, a fuego medio la llevamos a ebullición y apagamos. ¿Qué tal un poquito de cardamomo en polvo? Dejamos enfriar antes de introducir las rebanadas de pan que dejamos unos 30 minutos o hasta que veáis que han absorbido la leche por completo. Un litro de leche puede servir perfectamente para 15-20 unidades.
En un bol no demasiado pequeño batimos bien el huevo. Pasamos las rebanadas de pan por él y freímos en aceite de girasol u oliva, según el gusto del comensal. Retiramos una vez queden bien doraditas y colocamos sobre papel de cocina absorbente a fin de retirar el exceso de grasa.
Rematamos espolvoreando o directamente rebozando sobre una mezcla de azúcar y canela. Ante vosotros tenéis esos pequeños lingotes de placer que nos acompañan desde tiempos ancestrales en los que el lema era "aquí no se tira nada".
¿Y si vamos un poco más allá? Ha llegado el momento de jugar. Probad a utilizar leche de coco y cassia (canela china) con un trocito de corteza de lima y en lugar de rebozar vuestras torrijas en canela y azúcar, acompañadlas de una quenelle de helado de mango o pistacho y, por qué no, un aire de remolacha. ¿Os atrevéis?
Dificultad: no dejes a remojo el pan más de lo necesario si no quieres comer papilla para desdentados.
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