Martes, 10 de julio de 2018
Morcilla de verano
Asociar un alimento calórico, contundente, propio de las matanzas invernales como la morcilla, con la necesidad de refrescarse e hidratarse del verano, puede parecer, en principio, una locura.
Pero claro, estás visitando Murcia, una región con inventiva para la gastronomía; una zona en la que el trampantojo culinario es nuestra razón de ser.
Si LA tapa , la marinera, no tiene nada que ver con el agua salada, podréis ir deduciendo que la morcilla de verano tiene poco que ver con el frío.
Como siempre que queremos sorprenderte, nos vamos a la huerta; buscamos berenjenas moradas o negras, que de las dos tenemos fruto en verano, y la troceamos, casi picada, para sofreirla. El resto de condimentos serán los que acompañan al ingrediente básico de la morcilla; así que nos proveeremos de cebolla, orégano, piñones, sal y pimienta. Poco más y nada menos que el tiempo de cocinarlo todo, aromatizarlo y servirlo sobre una tostada o directamente al plato, con un huevo frito.
Cuando la pruebes notarás que no es tan calórica, que ayuda a pasar las tardes del estío con más levedad; que está igual de rica y que, de nuevo, las denominaciones de nuestros platos te han llevado por donde no esperabas.
Receta:
3 cebollas
2 berenjenas
250 ml. de aceite de oliva virgen extra
5 gramos de sal
100 gramos de piñones
30 gramos de orégano
Pelamos y cortamos la cebolla en juliana. Cortamos las berenjenas en dados. Ponemos el aceite en una sartén y ponemos a pochar a fuego lento la cebolla. Añadimos 5 gramos de sal (al gusto). Añadimos la berenjena y pochamos todo junto. Agregamos los piñones y pochamos de nuevo. Por último, el orégano y mezclamos.
Consejos de elaboración: Este plato es ideal para servir sobre pan tostado. Sabe igual que una morcilla de cerdo, pero es un plato vegetariano.
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